Este tratamiento contribuye a mitigar los efectos secundarios de la quimioterapia aplicada en los procesos oncológicos, consiguiendo reparar e hidratar la piel.
Se comienza con una limpieza suave para eliminar las células muertas sin dañar la epidermis.
Comenzamos con una hidratación profunda con vitaminas y con oxígeno, ayudando a que las piel se revitalice y quede más luminosa.
Colocamos una mascarilla de velo con principios activos calmantes e hidratantes.
Finalizamos el tratamiento con una crema hidratante y protección solar.